Hormigón Armado |
Desde el punto de vista
de la mecánica -rama de la física-, la teoría del hormigón armado se funda,
básicamente, en la distribución de dos tipos de tensiones unitarias,
compresión y tracción, producidas en las estructuras, entre dos materiales
de construcción, respectivamente hormigón y acero que, a pesar de su
naturaleza esencialmente distinta, actúan en forma perfectamente combinada y
solidaria.
La factibilidad del trabajo conjunto y selectivo, de dos materiales tan
disímiles, se debe principalmente a sus dos propiedades fundamentales: ambos
tienen el mismo coeficiente de dilatación por temperatura, y el cemento
posee una gran capacidad de adherencia al acero.